3.4. Reflexión

En este bloque he aprendido sobre todo a analizar los , y también por ende, el de nuestra casa para complementar las necesidades nutricionales.

Un menú equilibrado es comer de todo, pero las carencias en las raciones de fruta y verdura son notables en casi todos los menús analizados. 

Hay que introducir en la programación del aula los conocimientos sobre hábitos alimentarios saludables, a fin de transmitirlos al alumnado. Comer puede ser educativo y divertido al mismo tiempo, donde las familias pueden implicarse y participar para que estas pautas se mantengan en la vida adulta de los pequeños.

También se ha aprendido sobre el gasto energético diario, y cómo calcularlo en función de la actividad física desarrollada a lo largo del día. La importancia de ésta y otros hábitos de vida saludable para prevenir ciertas enfermedades y trastornos. Y por último se han visto alergias e intolerancias alimentarias, que es importante conocer cómo se muestran en los restaurantes y cómo interpretar su lectura a fin de tener conciencia de la cantidad de personas afectadas y la falta de información en los sitios de restauración. 

Nuestros alumnos no son realmente conscientes de la importancia del ejercicio físico y de las enfermedades derivadas de una mala alimentación. Sus padres posiblemente sí. Por ello debemos trabajar estrechamente, padres y profesores, y desde casa y desde la escuela dar a los niños una serie de pautas a adoptar de una manera natural para que cuando sean mayores sigan manteniéndolas.

Fuente: Sweetgreen

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